La transformación socialista del hombre

La psicología científica ha establecido como tesis básica el hecho de que el tipo psicológico humano moderno es producto de dos líneas evolutivas. Por un lado, un tipo de ser humano moderno, desarrollado en un largo proceso de evolución biológica de la cual, la especie biológica, homo sapiens, ha surgido con todas sus características inherentes desde el punto de vista de la estructura corporal, las funciones de varios órganos y ciertos tipos de reflejos y la actividad instintiva, que se han fijado hereditariamente y que se transmiten de generación en generación.

Pero junto con el comienzo de la vida humana social e histórica y los cambios fundamentales en las condiciones a las que tuvo que adaptarse, el carácter mismo de la evolución posterior de la humanidad también ha cambiado radicalmente. Por lo que uno es capaz de juzgar de hecho sobre la base del material disponible, que se ha obtenido principalmente mediante la comparación de los tipos biológicos de los pueblos primitivos en las etapas más primitivas de su desarrollo cultural con los representantes de las sociedades más avanzadas culturalmente, por lo que esta pregunta puede ser resuelta por la teoría psicológica contemporánea: hay fuertes razones para suponer que el tipo biológico humano ha cambiado muy poco durante el curso del desarrollo histórico del hombre. No es, por supuesto, que la evolución biológica haya llegado a su límite y que la especie "hombre" está en un estado estable, en una cantidad inmutable, constante, sino más bien que las leyes básicas y los factores esenciales que dirigen el proceso de la evolución biológica se han postergado a un segundo plano y se han agotado, ya sea completamente o se han convertido en una parte reducida o sub-dominante-de las nuevas y más complejas leyes que rigen el desarrollo social humano.

En efecto, en la lucha por la existencia y la selección natural, las dos fuerzas motrices de la evolución biológica en el mundo animal pierden su importancia decisiva en cuanto pasamos a la evolución histórica del hombre. Las nuevas leyes, que regulan el curso de la historia humana, que abarcan todo el proceso de desarrollo material y mental de la sociedad humana, ahora toman su lugar.

Como un individuo sólo existe como ser social, como miembro de algún grupo social en cuyo contexto sigue el camino de su desarrollo histórico, la estructura de su personalidad y la estructura de su comportamiento resultan ser un conjunto que depende de la evolución social y cuyos aspectos principales son determinados por esta segunda. Ya en las sociedades primitivas, que apenas estaban dando sus primeros pasos en el camino de su desarrollo histórico, puede verse que toda la evolución psicológica de los individuos dependen directamente del desarrollo de la tecnología, el grado de desarrollo de las fuerzas de producción y en la estructura del grupo social al que pertenece el individuo. La investigación en el campo de la psicología étnica ha dado pruebas irrefutables de que estos dos factores, cuya interdependencia intrínseca ha sido establecido por la teoría del materialismo histórico, son los factores decisivos de toda la psicología del hombre primitivo.

En ningún otro lugar, de acuerdo con Plejanov,^[1] la dependencia de la conciencia en el camino de la vida se manifiesta de una manera más obvia y directa como lo hace en la vida del hombre primitivo. Esto es debido al hecho de que los factores que median entre el progreso tecnológico y psicológico es muy escaso y primitivo, razón por la cual se puede observar esta dependencia casi en crudo. Sin embargo, una relación mucho más complicada entre estos dos factores se puede observar en una sociedad altamente desarrollada que ha adquirido una compleja estructura de clases. Aquí la influencia de la base sobre la superestructura psicológica del hombre resulta no ser directa, sino mediada por un gran número de material muy complejo y factores espirituales. Pero incluso en este caso, la ley básica del desarrollo humano histórico, que proclama que los seres humanos son creados por la sociedad en que viven y que representa el factor determinante en la formación de su personalidad, sigue vigente.

De la misma manera como la vida de una sociedad no constituye un todo único y uniforme y la sociedad está dividida en diferentes clases, por lo que, durante cualquier período histórico dado, no se puede decir que la composición de las personalidades humanas representan algo homogéneo y uniforme, y la psicología debe tener en cuenta el hecho básico de que la tesis general que se ha formulado en este momento, sólo puede tener una conclusión directa para confirmar el carácter de clase, la naturaleza de clase y las diferencias de clase que son responsables de la formación de los modelos humanos. Las diversas contradicciones internas que se encuentran en diferentes sistemas sociales encuentran su expresión tanto en el tipo de personalidad y en la estructura de la psicología humana en ese período histórico.

En sus descripciones clásicas de los primeros tiempos del capitalismo, Marx con frecuencia se detiene en el tema de la descomposición de la personalidad humana que se produce por el crecimiento de la sociedad industrial capitalista. En un extremo de la sociedad, la división entre trabajo intelectual y físico, la separación entre campo y ciudad, la despiadada explotación del trabajo infantil y femenino, la pobreza y la imposibilidad de un desarrollo libre y pleno del potencial humano completo, y por el otro extremo, la ociosidad y el lujo, todo esto sólo trae como resultado no un ser humano único, sino diferenciado y fragmentado en varios tipos diferentes de clases sociales que marcan un fuerte contraste entre sí, sino también en la descomposición y la distorsión de la personalidad humana y su inadecuada sujeción a un desarrollo unilateral dentro de todas estas variantes diferentes del tipo humano.

"Junto con la división del trabajo", dice Engels, "el hombre se dividió a sí mismo ".^[2] De acuerdo con Riazanov, "todas las formas de producción especifica se materializa en una cierta división social del trabajo, y ésta es responsable de la división espiritual de la fuerza de trabajo. Comenzando ya con la descomposición de la sociedad primitiva, podemos observar la selección de una serie de funciones espirituales y de organización en especies y subespecies especiales dentro del esquema de la división social del trabajo ".^[3] Engels dice además:

"Ya la gran división del trabajo es un parto muy difícil , la división de un país en ciudades condenó a la población rural a miles de años de letargo mental y a los habitantes de la ciudad a la esclavitud, cada uno en un trabajo en particular. Destruyó la base para el desarrollo espiritual de la fase anterior y el desarrollo físico para el segundo. Si un campesino es dueño de su tierra y el artesano de su oficio, a continuación, en grado no menor de las normas sobre la tierra a los campesinos y la artesanía en el artesano fueron destruidas. La división del trabajo ha hecho que el hombre mismo se subdividida. Todas las demás facultades físicas y espirituales se sacrifican por el bien del desarrollo de un solo tipo de actividad.

"Esta degeneración del hombre aumenta en la misma proporción que la división del trabajo, que alcanza su nivel más alto en la producción. La producción artesanal se fragmenta para arriba  operaciones  fraccionarias y se asigna cada uno de ellos un trabajo independiente, su vocación en la vida se convierte en cadenas que lo arrastra hacia una operación específica fraccionaria, a una herramienta específica de trabajo para el resto de su vida ...

"Y no es sólo a los trabajadores, sino también las clases que los explotan, directa o indirectamente, que se vuelven esclavos de los instrumentos de sus actividades, como resultado de la división del trabajo: la pequeña burguesía, por su capital y el afán de lucro; el abogado por sus anquilosadas ideas jurídicas que rigen sobre él como una fuerza independiente, de las clases educadas "en general, por sus limitaciones particulares locales y unilaterales, sus deficiencias físicas y miopía espiritual. Están paralizados por la educación que los prepara para una determinada especialidad, para ser esclavos de por vida de esta especialidad, aunque esta especialidad no esté haciendo nada en absoluto ".^[4]

Esto es lo que Engels escribió en el Anti-Dühring. Tenemos que partir del supuesto básico de que la producción intelectual está determinada por la forma de producción material.

"Así, por ejemplo, una forma diferente de producción espiritual del tipo que prevalecía durante la Edad Media no encaja con el capitalismo. Cada forma históricamente determinada de la producción material dispone de su correspondiente forma de producción espiritual, y esto, a su vez, significa que la psicología humana, que es el instrumento directo de esta producción intelectual, asume su forma específica en una determinada fase de desarrollo ".^{[ 5]}

Considero esta mutilación de los seres humanos, este desarrollo unilateral y distorsionado de sus diversas capacidades, que Engels describe, y que apareció junto con la división de la ciudad y el país, está creciendo a una velocidad enorme debido a la influencia de la división tecnológica de la fuerza de trabajo. Engels escribe:

"Todo el conocimiento, la visión y la voluntad que tanto el campesino y el artesano independiente desarrolló, aunque a una escala pequeña, tal como el salvaje hace que el arte de la guerra consista en el ejercicio de su astucia personal -estas facultades ahora se requieren sólo para el taller como un todo. Las potencialidades intelectuales de la producción para hacerlos crecer en una dirección desaparecen en muchas otras. Lo que se pierde en los obreros parciales ['teilarbeiter'] se concentra en la capital que los emplea. Es el resultado de la división manufacturera del trabajo donde el trabajador se encuentra cara a cara con las potencialidades intelectuales del proceso material de producción, como propiedad de otro, y como potencia dominante. Este proceso de división comienza en la cooperación simple, donde el capitalista representa en los obreros individuales la unidad y la voluntad del trabajo social ['Arbeitskörpers']. Se desarrolla en la manufactura, que mutila al trabajador haciendo de él un obrero parcial. Se completa en la industria a gran escala, que separa la ciencia como un potencial productivo de la mano de obra y lo exprime en beneficio del capital ".^[6]

Como resultado del avance del capitalismo, el desarrollo de la producción material al mismo tiempo trajo consigo la progresiva división del trabajo y el desarrollo constante y el crecimiento distorsionado del potencial humano. Si 'en la fabricación artesanal el trabajador hace uso de sus herramientas, en una fábrica se convierte en siervo de la máquina. Marx dice que en el primer caso inicia el movimiento de su herramienta, pero aquí se ve obligado a seguir su movimiento. Los trabajadores se convierten en 'las extensiones de la vida de las máquinas, y lo que resulta es una "monotonía triste del tormento sin fin del trabajo", que Marx [1890/1962, p. 445] dice que es el rasgo característico de ese período en el desarrollo del capitalismo que está describiendo. Él está atado a una función específica, y según Marx [ibíd. p. 381], esto lo convierte 'de un trabajador en una degeneración artificial que ['treibhausmäsig'] favorece una sola habilidad especial, mientras suprime toda la riqueza que quedaba de sus inclinaciones y talentos productivos ".

En nuestros tiempos, el trabajo infantil representa un ejemplo particularmente horrible de la distorsión del desarrollo psicológico humano. En la búsqueda de mano de obra barata y debido a la extrema simplificación de las funciones aisladas que los trabajadores tienen, se hace posible llevar a cabo el reclutamiento a gran escala de niños: los resultados de ello es un retraso o un desarrollo completamente unilateral y distorsionado e impresionable que ocurre en el la mayoría de edad cuando se está formando la personalidad de la persona. La investigación clásica de Marx está llena de ejemplos de "la esterilidad intelectual", "la degradación física e intelectual", "transformación de nuevos seres humanos en máquinas para la producción de plusvalía" [ibíd., pp. 421-2], y presenta [ibíd., p. 514] una vívida imagen de todo el proceso que da lugar a una situación en la que "el trabajador existe para el bien del proceso de producción, y no el proceso de producción para el bien del trabajador".

Sin embargo, todos estos factores negativos no dan un cuadro completo de cómo el proceso de desarrollo humano se ve influenciada por el rápido crecimiento de la industria. Todas estas influencias adversas no son inherentes a la industria a gran escala, como tal, sino en su organización capitalista, que se basa en la explotación de enormes masas de población y ha dado lugar a una situación en la que, en lugar de cada nuevo paso hacia la conquista de los seres humanos de la naturaleza, cada nuevo nivel en el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad, no sólo ha fracasado en elevar a la humanidad en su conjunto y la personalidad de cada ser humano individual a un nivel superior, sino ha llevado a una degradación cada vez más profunda de la personalidad del ser humano y su potencial de crecimiento.

Si bien la observación de los efectos paralizantes del proceso de la civilización avanza sobre los seres humanos, filósofos como Rousseau y Tolstoi no podían ver otra solución que el retorno a la naturaleza humana integral y pura. Según Tolstoi, nuestro ideal no está delante de nosotros, sino detrás de nosotros. En este sentido, desde el punto de vista de este romanticismo reaccionario, los períodos primitivos de la evolución de la sociedad humana aparecen como el ideal hacia el cual la humanidad debe esforzarse. Y en realidad, un análisis más profundo de las tendencias económicas e históricas que regulan el desarrollo del capitalismo, muestra que este proceso de inmovilización de la naturaleza humana que se discutió anteriormente, es inherente no sólo al hecho mismo del crecimiento de la industria a gran escala, sino en la forma específica de organización de la sociedad capitalista.

La contradicción fundamental y más importante en esta estructura social consiste en el hecho de que dentro de ella, bajo la incesante presión, las fuerzas productivas se están desarrollando y las condiciones previas que se están creando para su destrucción y su sustitución por un nuevo orden, basado en la ausencia de explotación del hombre por del hombre. Más de una vez, Marx demuestra cómo el trabajo por sí mismo o de la industria a gran escala por sí mismo no necesariamente tiene que paralizar la naturaleza humana, como un seguidor de Rousseau o Tolstoi asumiría, sino, por el contrario, contiene en sí un sinfín de posibilidades para el desarrollo de la personalidad humana.

Él dice: "Como puede deducirse de los informes aportados por Robert Owen, la semilla de un sistema educativo en el futuro ha crecido, que combinará el trabajo productivo con la enseñanza y la educación física para todos los niños mayores de cierta edad, no sólo como un método para el aumento de la producción social, sino como el único método racional de producir y formar seres humanos "[ibíd., pp. 507-8]. Así que la participación de los niños en la industria manufacturera, que bajo el sistema capitalista, en particular durante el período de crecimiento del capitalismo descrito, es la fuente de degradación física e intelectual, contiene las semillas para un futuro sistema educativo en sí mismo y puede llegar a ser un forma superior de la creación de un nuevo tipo de ser humano. El crecimiento de la industria a gran escala en sí mismo hace que sea necesario elaborar un nuevo tipo de trabajo humano y un nuevo tipo de ser humano que sea capaz de llevar a cabo estas nuevas formas de trabajo. "La naturaleza de la industria a gran escala establece un trabajo en constante cambio, un cambio continuo de las funciones y una movilidad integral para el trabajador", dice Marx. "El individuo que se ha convertido en una fracción, el portador simple de una función social fraccionada, será reemplazado por un individuo completamente desarrollado para el que las funciones sociales distintas representan formas alternas de sus actividades '[ibíd., pp. 511-12 ].

Así parece que no sólo la combinación de la producción de la mano de obra con la educación llegar a ser un medio para crear toda la gente todo el desarrollo, sino que significa también que el tipo de persona que se requiere para trabajar en este proceso de fabricación altamente desarrollado , se diferencian sustancialmente del tipo de persona que solía ser el producto del trabajo de producción durante el período inicial del desarrollo capitalista. En este sentido, el final del período capitalista presenta una antítesis sorprendente a su comienzo. Si en un principio el individuo se transformó en una fracción, en el ejecutor de una función fraccionaria, en una extensión directa de la máquina, luego, al final del mismo, los requisitos propios de la fabricación requieren una persona desarrolladora versátil y flexible, que sería capaz de cambiar las formas de trabajo y de organizar el proceso de producción y su control.

No importa que seleccione uno de los rasgos individuales que caracterizan el tipo psicológico humano en cualquiera de los primeros o  últimos períodos del desarrollo del capitalismo, en todas partes nos encontraremos con un significado doble y un doble carácter de cada función crítica. La fuente de la degradación de la personalidad en la forma capitalista de producción, también contiene dentro de sí el potencial para un crecimiento infinito de la personalidad.

Para dar un ejemplo, vamos a concluir el examen de las situaciones del trabajo donde ambos sexos y en todas las edades tienen que trabajar juntos. "La composición de todo el personal de empleados de ambos sexos y de todas las edades ...", dice Marx, "debe, por el contrario, en las circunstancias adecuadas, convertirse en una fuente de desarrollo humano" [ibíd., p. 514].

De esto se puede observar que el crecimiento de la industria a gran escala contiene dentro de sí mismo un potencial oculto para el desarrollo de la personalidad humana y que es sólo la forma capitalista de organización del proceso industrial la responsable del hecho de que todas estas fuerzas ejerzan una influencia unilateral y paralizante que retarda el desarrollo personal.

En una de sus primeras obras, Marx dice que si la psicología quiere convertirse en una ciencia realmente significativa, tendrá que aprender a leer el libro de la historia de la industria material que encarna «los poderes esenciales del hombre", y que en sí es una realización concreta de la psicología humana.^[7] Como suele suceder, toda la tragedia interna del capitalismo consiste en el hecho de que en este objetivo, es decir, en su orientación, la psicología del hombre, que contenía en sí misma un potencial infinito para el dominio de la naturaleza y el desarrollo de su propia naturaleza, estaba creciendo a un ritmo rápido y su vida espiritual real se degradaba, pasando por el proceso que Engels tan gráficamente describe como la mutilación del hombre.

Pero la esencia de toda esta cuestión consiste en el hecho de que esta doble influencia de factores inherentes a la industria a gran escala en el desarrollo personal humano, esta contradicción interna del sistema capitalista, no se puede resolver sin la destrucción del sistema capitalista de organización de la industria. En este sentido, la contradicción parcial que ya hemos mencionado, entre el poder creciente del hombre y su degradación, que está creciendo en paralelo, entre su creciente dominio sobre la naturaleza y la libertad, por un lado, y de su esclavitud y la creciente dependencia de las cosas producida por él, por el otro, -queremos reiterar que esta contradicción representa sólo una parte de una contradicción mucho más general y abarcadora que se encuentra en la base de todo el sistema capitalista-. Esta contradicción general entre el desarrollo de las fuerzas de producción y del orden social entra en contradicción con el nivel de desarrollo de estas fuerzas de producción y se resuelve por la revolución socialista y la transición hacia un nuevo orden social y una nueva forma de organización de las relaciones sociales.

Paralelamente a este proceso, un cambio en la personalidad humana y una transformación del hombre mismo, inevitablemente, debe llevarse a cabo. Esta transformación tiene tres raíces básicas. La primera de ellas consiste en el hecho mismo de la destrucción de las formas capitalistas de organización y producción y las formas de la vida humana social y espiritual, que se elevarán sobre ese fundamento. Junto con la desaparición del orden capitalista, todas las fuerzas que oprimen al hombre y que le hacen ser esclavizado por las máquinas y que interfieren con su libre desarrollo también se caen, desaparecen y son destruidas. Junto con la liberación de los muchos millones de seres humanos de la represión, vendrá la liberación de la personalidad humana de sus trabas que obstaculizan su desarrollo. Esta es la primera fuente - la liberación del hombre-.

La segunda fuente de la que brota la transformación del hombre reside en que al mismo tiempo como los grilletes viejos desaparecen, el enorme potencial positivo presente en la industria a gran escala, el poder siempre creciente de los seres humanos sobre la naturaleza, será liberado y será operativo. Todas las características que se mencionaron anteriormente, el ejemplo más brillante es la forma totalmente nueva de crear un futuro basado en la combinación de trabajo físico e intelectual, perderán su carácter dual y cambiará el curso de su influencia de manera fundamental. Mientras que antes, sus acciones fueron dirigidas contra el pueblo, ahora comienzan a trabajar por su bien. Desde su obligación anterior como un obstáculos, ahora se convierten en poderosas fuerzas motrices de la evolución de la personalidad humana.

Por último, la tercera fuente que inicia la transformación del hombre es el cambio en las relaciones sociales entre personas. Si las relaciones entre las personas se someten a un cambio, entonces junto con ellos las ideas, las normas de comportamiento, las necesidades y los gustos también están obligados a cambiar. Como ha sido comprobada por la investigación psicológica, la personalidad humana se forma básicamente bajo la influencia de las relaciones sociales, es decir, el sistema de que se trate, a partir de la primera infancia. "Mi relación con mi entorno", dice Marx, "es mi conciencia"^[8] Un cambio fundamental de todo el sistema de estas relaciones de las que el hombre es parte, también, inevitablemente, conducirá a un cambio en la conciencia, un cambio en la toda la conducta del hombre.

Es la educación la que debería desempeñar el papel central en la transformación del hombre en este camino de la formación de conciencia social de las nuevas generaciones, la forma básica de modificar el “ser” humano histórico. Las nuevas generaciones y las nuevas formas de la educación representan la principal vía para que la historia siga en la creación del hombre nuevo. En este sentido, el papel de la educación social y la politécnica es extraordinariamente importante. Como suele suceder, las ideas básicas que sustentan la educación politécnica consisten en un intento de superar la división entre trabajo físico e intelectual y para reunir el pensamiento y el trabajo que han sido hechos pedazos durante el proceso de desarrollo capitalista.

Según Marx, la educación politécnica proporciona la familiaridad con los principios científicos generales de todos los procesos de producción y, al mismo tiempo, enseña a los niños y adolescentes las habilidades prácticas que hace posible el funcionamiento de las herramientas básicas utilizadas en todas las industrias. Krupskaja formula esta idea de la siguiente manera:

Una escuela politécnica se puede distinguir de una escuela de oficios por el hecho de que se centra en la interpretación de los procesos de trabajo, en el desarrollo de la habilidad de unificar la teoría y la práctica y en la capacidad de comprender la interdependencia de ciertos fenómenos, mientras que el centro de gravedad en una escuela de oficios está dirigido a proporcionar a los alumnos las habilidades laborales. ^[9]

El colectivismo, la unificación del trabajo intelectual y físico, un cambio en las relaciones entre los sexos, la abolición de la brecha entre el desarrollo físico e intelectual, estos son los aspectos clave de la transformación del hombre, que es el tema de nuestra discusión. Y el resultado de la consecución de esto, la coronación de todo este proceso de transformación de la naturaleza humana, debe ser la aparición de esta forma más elevada de la libertad humana que Marx describe de la siguiente manera: "Sólo en la comunidad [que tiene cada uno con otros] el individuo es medio de cultivo de sus propios legados en todas las direcciones: sólo en la comunidad por lo tanto, es posible la libertad personal ".^[10]Al igual que toda la sociedad humana, la personalidad individual debe dar este salto hacia adelante desde el reino de la necesidad a la esfera de la libertad, tal como se describe por Engels.

Cuando la transformación del hombre y la creación de un nuevo nivel, más alto de la personalidad y la conducta humana está en discusión, es inevitable que las ideas sobre un nuevo tipo de ser humano se mencione la conexión con la teoría del superhombre de Nietzsche. Partiendo de la suposición absolutamente cierta de que la evolución no se detuvo con el hombre y que el tipo moderno de ser humano no representa nada más que un puente, una forma de transición que conduce a un tipo más alto, la evolución no ha agotado sus posibilidades cuando creó al hombre y que el tipo moderno de la personalidad no es el logro más alto y la última palabra en el proceso de desarrollo, Nietzsche llegó a la conclusión de que una nueva criatura pueden surgir durante el proceso de la evolución, un superhombre, que tendrá la misma relación con el hombre contemporáneo, como el hombre contemporáneo tiene con el mono.

Sin embargo, Nietzsche imaginó que el desarrollo de este tipo superior de hombre estaba sujeto a la misma ley de la evolución biológica, la lucha por la vida y la selección basada en la supervivencia del más apto, que prevalece en el mundo animal. Es por esta razón que el ideal de poder, la autoafirmación de la personalidad humana en toda la plenitud de su fuerza instintiva y la ambición, el individualismo robusto y destacado de hombres y mujeres, forman, según Nietzsche, el camino hacia la creación de un superhombre.

Esta teoría es errónea, porque ignora el hecho de que las leyes de la evolución histórica del hombre difieren fundamentalmente de las leyes de la evolución biológica y que la diferencia básica entre estos dos procesos consiste en el hecho de que un ser humano evoluciona y se desarrolla como un proceso histórico, como ser social. Sólo una insurrección de toda la humanidad a un nivel más alto en la vida social, la liberación de toda la humanidad, puede dar lugar a la formación de un nuevo tipo de hombre.

Sin embargo, este cambio en el comportamiento humano, este cambio de la personalidad humana, debe llevar inevitablemente a una mayor evolución del hombre y de la transformación del tipo biológico del hombre. Habiendo dominado los procesos que determinan su propia naturaleza, el hombre viejo que está luchando con la edad y las enfermedades, sin duda se elevará a un nivel superior y transformará la propia organización biológica de los seres humanos. Pero esta es la fuente de la mayor paradoja de la historia del desarrollo humano, esta transformación biológica del ser humano se consigue principalmente a través de la ciencia, la educación social y la racionalización de todo el camino de la vida, no representa un requisito previo sino que es una como resultado de la liberación social del hombre.

En este sentido, Engels, que había examinado el proceso de evolución del mono al hombre, dijo que es el trabajo que ha creado al hombre.^[11] Partiendo de esto, se podría decir que nuevas formas de trabajo van a crear el hombre nuevo y que este hombre nuevo se parecerá a la antigua clase de hombre, "el viejo Adán", sólo de nombre, en la misma forma que, de acuerdo con la gran declaración de Spinoza, un perro, el animal que ladra, se parece al perro de la constelación celestial.^[12]

Notas

1 Probablemente se refiere a Plejánov, GV 1922: Ocherki po istorii materializma. Moscú.

2 Se refiere a la p. 272, de Engels, F. 1894/1978: Umwalzung Herrn Eugen Dühring der Wissenschaft [ Anti-Dühring ]. Berlín: Dietz Verlag.

3 No está claro a qué el libro de Vygotsky se refiere.

4 Se refiere a las páginas 271-2 de Engels 189411978. Véanse también las páginas 381 y 445 de Marx, K. 1890/1962: Das Kapital [ capital ) 4 ª ed.). Berlín: Dietz Verlag.

5 Teorías de la plusvalía, Capítulo IV § 16 .

6 Un error curioso. El texto que atribuye a Engels se pueden encontrar en la p. 382 de Marx, K. 1890/1962: Das Kapital [ capital ] (cuarta edición). Berlín: Dietz Verlag.

7 'Vemos cómo la historia de la industria y el establecido objetivo de la existencia de la industria son el abierto libro de las fuerzas esenciales del hombre, el ser humano existente sensiblemente la psicología ... una psicología para la cual este libro, la parte de la historia que existe en la forma más perceptible y accesible, es un libro cerrado, no puede convertirse en una ciencia genuina, integral y real ". Véanse las páginas 302-03 de la Marx-Engels, Obras Completas. Vol., 3: Manuscritos económicos y filosóficos. Nueva York, International Publishers (1975).

8 Se refiere a la p. 30 de Marx, K. y Engels, F. 1846/1978: Die deutsche Ideología [ La ideología alemana ], Berlín: Dietz Verlag. Ver La ideología alemana .

9 La esposa de Lenin, NK Krupskaja dedicó mucha atención al problema educativo. En su libro Vospitanie molodezhi v Leninskom dukhe [ educación de la juventud en el espíritu de Lenin ] se discutieron experiencias internacionales contemporáneas con las escuelas de trabajo (Arbeitsschule) a la luz del ideal de Marx de la educación politécnica. Ver Krupskaja, NK 1925/1989: . Vospitanie molodezhi v Leninskom dukhe Moscú: Pedagogika. No hemos sido capaces de establecer el origen exacto de la cita actual.

10 Véase la página. 74 de Marx y Engels (1846/1978).

11 Véanse las páginas 444-55 de Engels, F. 1925/1978: Dialéctica de la Natur [ Dialéctica de la Naturaleza ]. Berlín: Dietz Verlag.